TURQUESA ESLOVENIA
A los pies de los Alpes Julianos, Eslovenia esconde dos joyas de singular belleza. Sus colores turquesa y verde, y sus puras aguas, destacan en el fondo de profundos valles de naturaleza exuberante. En estas aguas, moran truchas de librea marmórea. Estamos en tierra de marmoratas. Estamos en los ríos Soça e Idrijca.
En su conjunto en esta región tiene aproximadamente unos 150kms de aguas pescables, divididas en 9 ríos distintos. Las posibilidades que nos ofrecen son infinitas, con un abanico inabarcable de escenarios donde poner en practica diferentes modalidades, técnicas y estrategias. Lo que hace de ella un destino perfecto para el amante de la pesca a mosca, cuales quieran que sean sus prioridades, gustos y habilidades.
No es sencillo encontrar un destino de pesca en el mundo donde podamos pasar en menos de media hora de tentar con terrestres a las puras y esquivas marmoratas que habitan en las zonas más altas de los tributarios, a pescar con streamer y líneas pesadas alguna de las enormes marmoratas de las zonas bajas, que llegan a alcanzar pesos de dos dígitos. Por supuesto, la pesca a ninfa en sus distintas modalidades también tendrá sus momentos y escenarios, especialmente en los meses de principio y final de temporada.
El río Soça, es un río generoso, de abundante caudal, incluso en los meses del estío. Alterna grandes tablas, con profundos pozos encañonados y rápidas corrientes. Destacan por encima de todo sus aguas azules turquesa sobre un lecho blanco, donde abundan las truchas arcoíris y las escurridizas marmoratas. ¡Engañarlas será todo un reto!
En cambio, su hermano Idricja, cambia sus galas a un verde intenso, a veces misterioso. Más amable que su vecino, algo menos caudaloso y de aguas algo más templadas, en el Idricja encontraremos grandes oportunidades para la pesca a seca y a ninfa tanto de truchas arco iris, marmoratas, hibridos y tímalos. Los serenos en los meses de verano, son todo un espectáculo que nos hará perder la noción del tiempo.
A la sombra de estos dos míticos cursos de agua, el pescador con ganas de explorar encontrará multitud de pequeños ríos y arroyos donde perderse. De escaso caudal y abundante desnivel, son escenarios perfectos para aquellos que no tienen miedo de adentrarse en valles aislados y salvar toda clase de obstáculos y desniveles. Con poblaciones salvajes muy saludables de pequeñas marmoratas, muy receptivas a la pesca con mosca seca, nunca debemos de descartar la sorpresa y habrá que escudriñar palmo a palmo en la profundidad de cada pozo. A veces, la aventura tiene su recompensa en forma de una vieja marmorata.
Eslovenia es un país mágico que regala al visitante una experiencia que va mucho más allá de la pesca: una hospitalidad inmensa, paisajes vírgenes, ríos puros… Mil momentos que perdurarán en la memoria. Pescar es mucho más que sacar peces y no cabe duda de que el pescador que visite Eslovenia, vendrá con la sensación de haber dejado un pedazo de si en las aguas de estos maravilloso ríos, a los pies de los Alpes Julianos.
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LAS JOYAS DE LOS BALCANES
Dos joyas se esconden en lo más profundo de los Balcanes. Ocultas entre montañas y frondosos bosques, encontramos dos ríos mágicos, que parecen haber sido creados por el más imaginativo novelista.
Aguas puras y cristalinas, fondos de arena y plantas subacuáticas de un verdor intenso, componen la mejor pintura jamás vista y construyen un ecosistema mágico para las abundantes truchas comunes y tímalos y, por su puesto, una gran variedad de de insectos y eclosiones. Sí, os presentamos al Ribnik y al Pliva, las joyas de Bosnia.
Ambos ríos discurren próximos, pero aunque a simple vista pueden parecer similares y la población de peces es increíble en ambos casos, la pesca es completamente distinta, debido a las diferencias en comportamiento que se pueden observar entre sus moradores.
El Ribnik es un paraíso para aquellos que disfruten de la pesca a pez visto, con mosca seca y diminutas ninfas. Las truchas y los tímalos de este río tienen tendencia a estar activos durante todo el día, eligiendo quisquillosamente el menú de ese día. Sin embargo, son realmente selectivos y demandantes con la presentación. Como siempre, seguir los buenos consejos de nuestro guía, Zeljko Prpic, es la clave: pesca aguas abajo con bajos de línea larguísimos, será la clave si queremos tener éxito.
Por otro lado, el Pliva, es posiblemente uno de los ríos más bonitos que he visto jamás en mis viajes a lo largo de todo el mundo, pero también, es uno de los ríos más difíciles que he pescado. Es la combinación ideal si eres un adicto a la pesca a pez visto con ninfa y no te obsesionan los números, solo el cómo y el placer de ese sentimiento de plenitud cuando por fin consigues hacerte con uno de sus tímalos.
La primera vez que echas un vistazo a este increíble curso de agua, llegas a pensar que los peces están suspendidos en el aire. Sus aguas son cristalinas como ningunas otras y puedes saciar tu sed con ellas en cualquier momento durante la jornada de pesca. Sin embargo, ser capaz de estimar las distancias y profundidades en un escenario así resulta tremendamente complicado.
Además, tienes que ser un pistolero veloz. Ser capaz de detectar a tiempo la picada es fundamental en un río en el que los peces son capaces de tragar y escupir en una milésima de segundo. Más aún si estás pescando en largo.
La pesca siempre es más que coger peces y Bosnia, sus gentes, cultura y paisajes nos dejan un sabor de boca que tardará en disiparse. Los recuerdos son para siempre.
Si quieres disfrutar de esta experiencia en primera persona, contacta con Aitor Coterón y su Bistro! Fly Fishing School y te informarán de todos los detalles al respecto.
VIDEO: https://vimeo.com/323060255